¿Por qué es necesaria una Constitución?

Desde el año 1215, en Reino Unido, de la ya conocida Carta Magna de Juan sin tierra, la cual limitaba el poder del rey, hasta nuestros tiempos contemporáneos, que países como Andorra, Argelia, Sudán, República Dominicana, etc, se han
dado su propia ley fundamental, ha imperado de manera constante, la necesidad del hombre en sociedad de regirse por medio de un documento que de seguridad jurídica a sus iguales. Estamos hablando de la Constitución Política, el instrumento que contiene la voluntad de un pueblo, así como la estructura de un Estado y demás disposiciones primigenias que dan vida a una nación.

Una Constitución Política, en términos generales, se puede conceptualizar como: ‘’El conjunto de las normas fundamentales de un orden jurídico’’. De esto, podemos apreciar que la importancia de ellas dentro de la edificación de una nación, toda vez, que dichas disposiciones tendrán como principio rector, el dejar claras las bases sobre las cuales se desenvolverán las relaciones entre las personas y el estado, la forma en que éste se va a organiza e institucionaliza, así como la forma de creación del ordenamiento que robustecerá las relaciones jurídicas.

En ese sentido, podemos apreciar la importancia de un orden normativo fundamental dentro de la existencia de un Estado de derecho, incluso, se podría decir que una constitución política debería ser un requisito sin el cual, no podría
justificarse la validez del orden jurídico dentro de un Estado. Por ello, es que los poderes políticos alrededor del mundo, en el ámbito de sus competencias, han optado por utilizar la estructura que es capaz de brindar una carta magna, para
poder continuar con la consecución de sus fines. Es decir, la tendencia global de constitucionalizar los estados, (la cual ha evolucionado desde la edad media) nace por la necesidad de ejercer el poder político, para así, estar en aptitud de cumplir con los fines de una sociedad.

Lo expuesto en líneas arriba no refleja otra idea más que el pragmatismo que se ha buscado en cuanto a la persecución de la agenda de los grupos que ejercen el poder político en cada Estado, utilizando el derecho como herramienta para dar legitimación a su actuar, puesto que, atendiendo a la naturaleza de la constitución, es por medio de dichas disposiciones que es posible moldear las instituciones públicas a manera de dar sentido y armonía a la ejecución del poder público en la consecución de un propósito.

En concordancia a lo expuesto, es que podemos ser testigos de la necesidad que ha sufrido el Estado moderno de contar con una estructura jurídica suficiente, que resulte apta para sostener la actuación del poder público, así como para (en algunos casos) garantizarlos derechos de las personas que forman parte del Estado, y en todo momento, otorgar seguridad jurídica a efecto de que la sociedad pueda cumplir con sus fines.

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