Anna Heringer, construyendo un mundo mejor
A pesar de los obstáculos por género, hay arquitectas que se han abierto camino. Anna Heringer es una de ellas.
Anna Heringer (Alemania, 1977) es una arquitecta multipremiada con un enfoque en arquitectura sostenible, apostando por el uso de materiales y técnicas locales para ofrecer un futuro mejor a las comunidades para las que trabaja.
En su más reciente exposición, Heringer afirmaba que la «sostenibilidad es sinónimo de belleza, y lo que define el valor estético y sostenible de un edificio es que se encuentre en armonía con su diseño, estructura, técnica y uso de materiales, así como en relación con su ubicación, con el entorno, con el usuario y con el contexto sociocultural».
Así pues, la apuesta de la alemana en su propuesta arquitectónica lleva a una suerte de genio creativo, pero sin el ego de ponerse en el centro que esto parecería implicar. El hecho de que busque no sólo el uso de materiales naturales como la tierra, madera, paja, bambú, barro, etc., sino que se preocupe porque sean materiales que se pueden encontrar en la localidad habla de una verdadera persecución de la sustentabilidad y no del seguimiento de una tendencia.
Probablemente este enfoque lo aprendió en Bangladesh, donde se ubican muchos de sus trabajos, donde estudió y además trabajó en la ONG Dipshikha, donde pudo dominar esta estrategia de desarrollo.
Uno de los problemas que se presentan en la arquitectura, sobre todo contando con la posibilidad de tener referencias visuales de todo el globo es que las tendencias se universalizan, lejos de tomarse meramente como ejemplos, sino que muchas veces nos olvidamos de ajustar esa tendencia a lo que se necesita en la localidad y a los recursos con que cuenta la comunidad. Derivado de ello, los costos (económicos, ambientales, sociales) se incrementan; además de que se entregan proyectos que no tienen una perspectiva a largo plazo.
Bajo esta filosofía, Anna Heringer no sólo se enfoca en aprovechar al máximo los recursos que ofrece el lugar donde se desarrollará el proyecto, sino que además trabaja directamente con las comunidades locales en la construcción de sus proyectos, de tal manera que se garantice el cumplimiento de las expectativas de los miembros y cada proyecto derive en un facilitador del desarrollo profesional y personal de la comunidad, en lugar de un obstáculo, como llega a suceder especialmente en espacios precarizados.
La arquitectura y la planeación de ciudades requieren firmes conocimientos técnicos, pero sobre todo requieren una fuerte conciencia social. Si te interesa este enfoque, te invitamos a cursar la Maestría en Planeación Estratégica de Ciudades que la Universidad Iberoamericana Tijuana tiene para ti.
Sitio web: https://www.anna-heringer.com/vision/