Sobre los peligros de universalizar las tendencias
La planificación de distintas áreas en las ciudades tiende a ser un proceso a largo plazo. Aun los magnos proyectos que suelen ser sello de una administración en particular llegan a concretarse después de lo esperado o son eso: proyectos específicos dentro de lo que (debe ser) un plan a futuro. Ahora bien, considerando lo anterior, ¿qué sucede cuando tomamos referentes sin tropicalizarlos? Si bien podemos encontrar novedosas y prácticas ideas en otras latitudes, también es cierto que tomar estéticas o propuestas de urbanismo, o decantarnos sin más por el uso de materiales en específico únicamente porque ello funciona en otros contextos es perjudicial y poco sostenible.
Las tendencias suelen durar poco, un lustro o una década cuando mejor va, mientras que los proyectos de planeación de ciudades son un trabajo de, al menos, los mismos diez años, además de que se ejerce y sigue planeando continuamente. Por ello, seguir categóricamente tendencias globales puede llegar a cobrarnos factura en términos de costos, puesto que el cambio tendrá que ser más acelerado. Contemplar las diferentes realidades sociales (no sólo entre nuestro país y otros, sino incluso dentro de las mismas ciudades) es lo que nos puede garantizar cambios reales desde las propuestas urbanísticas.
En este sentido, sí que la estética tendría que ir en segundo lugar, después de la practicidad, el mantenimiento y el éxito de proyectos conjuntos. Sin embargo, cuando buscamos universalizar tendencias surgidas en contextos tan distintos al que estamos por intervenir, también se sacrifica la parte estética. Las obras más icónicas de cada entidad lo son porque son reflejo de la comunidad, del momento que se vive históricamente hablando, y dan fe de la forma de vivir, de hacer y de pensar de la ciudadanía. Un urbanismo que no contemple identidad no está pensando en el usuario, por tanto, no sirve, no representa ni muestra nada. Incluso en lo estético se afecta a la comunidad, que termina siendo una mala copia de algo más.
Tener acceso a la información y a prácticas globalizadoras puede venir con una serie de ventajas importantes, pero conocer el medio y pensar en maneras creativas de utilizar todas las herramientas que tenemos alrededor en beneficio de éste es lo que debe distinguir a los profesionales. Si quieres ser uno de ellos, te invitamos a ingresar a la Maestría en Planeación Estratégica de Ciudades que la Universidad Iberoamericana Tijuana tiene para ti.