Gaslighting
Una víctima se define como una persona física que directa o indirectamente ha sufrido daño o el menoscabo de sus derechos producto de una violación de derechos humanos o de la comisión de un delito. La calidad de víctimas se adquiere con la acreditación del daño o menoscabo de los derechos en términos de lo establecido en la Ley General de Víctimas; lo anterior, con independencia de que se identifique, aprehenda, o condene al responsable del daño o de que la víctima participe en algún procedimiento judicial o administrativo. [1]
Cuando somos víctimas de algún daño o delito, es posible apelar a asesoría legal, emocional, espiritual y social para protegernos y defendernos. Pero cuando sabemos que estamos involucrados en alguna situación angustiosa o violenta de la cual no tenemos certeza o evidencia, ¿qué se hace?
Los delitos pueden dividirse en diversas categorías, desde económicos, sexuales, psicológicos, patrimoniales, viales, Iesa Humanidad, etc. Pero ¿Qué hacemos cuando no sabemos que estamos siendo víctimas de un delito?
¿Qué es el Gaslighting?
Así como antes no teníamos certeza de que ciertas acciones significaban un abuso mental, pues es un tema que este siglo se ha ido descubriendo poco a poco, así ha salido a la luz un nuevo concepto que se refiere a una víctima que ha sido manipulada a tal grado que llega a dudar de su propia percepción. A este tipo de abuso psicológico se le denomina “Gaslighting” y se refiere a un patrón de abuso emocional en la que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria. Esto hace que la persona se sienta ansiosa, confundida o incluso depresiva.[2]
Este concepto que ha adquirido fuerza conforme se desmitifican los trastornos mentales y los abusos psicológicos, proviene de una película de Hollywood llamada “Gaslight” donde un hombre manipula a su mujer al grado que ella comienza a dudar de sí misma. Esto lo logró moviendo y ocultando objetos para luego culparla por ello para alterar sus memorias y hacerla vulnerable. En la misma película, el esposo exponía a su esposa al comportamiento errático de las luces de gas – de donde viene el término – sin explicación, lo que la lleva poco a poco a perder la cordura. Esta herramienta es utilizada por los narcisistas, pues su principal herramienta es la manipulación.
Los narcisistas que utilizan esta técnica se basan en frases como:
- “Yo nunca dije eso”
- “Te lo inventaste”
- “Estas exagerando”
- “Eres un(a) delicado(a)”
Este tipo de abuso puede hacer que la víctima tenga problemas de memoria pues comience a dudar de sus recuerdos, así como de su propio razonamiento y de su salud mental. Y todo esto desemboca en una baja de autoestima que así mismo se somatiza en el cuerpo y puede llevar a desarrollar otros trastornos psicológicos.
¿Qué hacer?
Si conoces a alguien que sea víctima de este tipo de violencia – o de cualquier otra – o tu mismo sufres este tipo de violencia, puedes llevar a cabo las siguientes acciones:
- Confiar en tu instinto – la mayoría de las situaciones que experimentamos pasan por el filtro de nuestro instinto, del cerebro reptil que gobierna nuestra esencia de supervivencia y subconsciente, y eso es lo que nos indica por medio de algún síntoma somatizado – estrés, incomodidad, dolor de espalda y estómago-. Así que, si hay algo que te haga sentir de una manera negativa no es correcto y hay que saber confiar primero en uno mismo.
- Alejarse del abusador – es muy difícil que un narcisista cambie de forma de ser, pues es una afección mental que radica en la exageración del propio egoísmo y carezca de empatía, así que una persona soberbia es rara que acepte que tiene un problema, pues tiene una visión irreal de su misma persona. Este tipo de personas necesitan dominar sobre un tercero o un grupo que le admire y obedezca, por lo que se debe hacer al identificar este tipo de abusos, es escapar, pues no hay quien le pueda ganar a un narcisista.
- Evita la aprobación del abusador – a veces la única manera que creemos que podemos usar para salir de una situación de estas es darle por su lado al abusador, pero esto solo le dará poder. Así que lo mejor es alejarse y evitar seguir con una discusión sin término.
- Ármate en terapia – acudir a terapia facilita muchas herramientas psicológicas y emocionales para enfrentar situaciones como estas y fijar límites para tener una vida más saludable.
Informarnos sobre este tipo de abusos es la única manera de combatirlos.
Si deseas conocer más sobre derechos humanos y acciones para prevenir abusos psicológicos te invitamos a acercarte a nuestra Maestría de Derecho de la Universidad Iberoamericana.
[1] Guía para la Prevención, Atención y Sanción de la Violencia Política Contra las Mujeres por Razón de Género del Instituto Nacional Electoral
[2] https://psicologiaymente.com/social/gaslighting