Aplicando Six Sigma en la gestión educativa
Six Sigma es una metodología utilizada en calidad de procesos que puede adaptarse para mejorar la calidad de instituciones educativas y la experiencia de los estudiantes.
Dicha metodología contribuye a mejorar los procesos organizacionales para incrementar la calidad, reducir los defectos y propiciar una mayor rentabilidad de los negocios.
Six Sigma surgió en Motorola y se ha implementado en numerosas empresas en diversas industrias, ayudándoles a reducir errores e incrementar ingresos. Una innovación es la implementación en el sector educativo, una propuesta para mejorar la experiencia de los estudiantes, particularmente en el mundo postpandemia.
Algunas áreas de la gestión educativa que se pueden beneficiar de la implementación de Six Sigma son por ejemplo, las etapas de atracción y admisiones, donde se requiere un proceso controlado y eficiente, por medio de la metodología se puede por ejemplo, identificar las fortalezas y debilidades de un proceso por mejorar. Identificar los pain points, es el primer paso para proponer soluciones.
Six Sigma puede también contribuir a formalizar los procesos diseñados para mejorar la vivencia y el acompañamiento de estudiantes, la oferta de servicios diferenciados, así como distribución eficiente de experiencias y recursos formativos. A nivel de administración del talento y la facultad, puede contribuir en la organización de roles, en la mejora de procedimientos de crecimiento profesional. Otra aplicación puede ser la detonación de procesos de benchmarking que permitan a las instituciones el aprendizaje de mejores prácticas de los competidores o instituciones socias.
Al tratarse de un proceso, una institución con metas determinadas, recursos humanos y monetarios delimitados, la institución educativa es un claro ejemplo de entidad en la que se puede utilizar Six Sigma.
Además de los procesos de atracción y admisión, otros ejemplos del ámbito educativo en que puede implementarse Six Sigma son por ejemplo, la adaptación de tecnologías de aprendizaje, el reclutamiento y crecimiento del talento humano, los procesos de oferta educativa y certificaciones, la administración de recursos propios y de aportaciones de entidades externas, los procesos de mejora y mantenimiento de los espacios físicos y los sistemas intangibles.
Como puedes ver, la gestión de proyectos y arquitectura de procesos para los diferentes sectores, se vale de metodologías y planteamientos que han surgido de muy diversos campos. La multidisciplinariedad es clave a considerar en la caja de herramientas de un buen gestor empresarial o educativo.
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