Arquitectura bioclimática: usar los recursos naturales para garantizar su preservación

Indica Armando Páez García que desde la década de 1970 se encuentra presente la necesidad de diseñar proyectos arquitectónicos y desarrollar técnicas que permitieran ahorrar energía. Probablemente desde entonces podemos hablar de arquitectura bioclimática, que consiste en el diseño de edificios y casas teniendo en cuenta las condiciones climáticas y aprovechando los recursos naturales disponibles (sol, vegetación, lluvia, vientos) para disminuir los impactos ambientales, intentando disminuir el impacto ambiental generado por los altos consumos de energía. La base de este tipo de arquitectura se encuentra en la importancia de proporcionar a la construcción confort térmico y acústico, además de controlar los niveles de CO2 en los interiores del espacio.

Si nos interesa la planeación estratégica de ciudades sabemos que el aprovechamiento de los recursos es fundamental, no sólo en términos de tendencia sino considerando que el ahorro de energía implica también ahorro de dinero y con esto nos dirigimos hacia un camino de sostenibilidad. En síntesis, las recomendaciones dadas desde la arquitectura bioclimática se centran en que los edificios dependan menos de medios artificiales de climatización y sean más autónomos en materia energética sin dejar de ser confortables. Estas recomendaciones se conjugan de la siguiente manera:

• Evitar el frío: para lograrlo se recomienda favorecer las ganancias solares orientando la construcción de acuerdo a la latitud y región climática; limitar los movimientos del aire exterior (ventanas dobles, muros, persianas); limitar las infiltraciones de aire; hacer orificios en vidrios colectores (para ganar calor a través de invernaderos); entre otras.

• Evitar el calor: por otra parte, para evitar el calor se recomienda limitar las ganancias solares (exponer la mínima superficie posible, emplear follaje, volados, parteluces, persianas, cortinas y orientar la construcción según la latitud y región climática); favorecer la ventilación natural; favorecer el enfriamiento por evaporación y por radiación (esto último a través del uso inteligente del color).

Otras recomendaciones: para lograr el aislamiento término se deben seleccionar materiales que eviten la conducción de calor y atengan normas ambientales, también se puede utilizar a la tierra como aislante en muros y techos, jardinar los techos y los muros de acuerdo a la conveniencia, utilizar fuentes para manejar la humedad (en caso de que sea factible), aprovechar la iluminación natural, entre otras.

Estudiar la influencia de las formas propuestas en la ganancia de calor y considerar en el diseño las condiciones del sol, el viento y otros factores climáticos será fundamental en el proyecto y en su realización. Tenemos la gran fortuna de contar con entornos que nos proporcionan todo tipo de recursos y, si bien en su momento la humanidad aprendió a desarrollar y utilizar herramientas para sobrevivir entre las amenazas de su tiempo, hoy en día la clave para la supervivencia humana está en vivir en armonía con el entorno. Por eso es ahí hacia donde debemos dirigirnos en la construcción. La Maestría en Planeación Estratégica de Ciudades que ofrece la Universidad Iberoamericana Tijuana es un gran espacio para adquirir los conocimientos necesarios respecto al tema.

Photo by Danist Soh on Unsplash

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