Consejos para entrevistadores

En una entrada anterior sobre desarrollo organizacional y cómo elegir al mejor candidato en un proceso de selección, hablamos de consejos básicos para entrevistadores. Las herramientas que se adquieren gracias a estudios como maestrías en Recursos Humanos son muy útiles, pero si además se practican continuamente podremos ir haciéndolas nuestras, pulirlas y garantizar su efectividad.

El proceso de entrevistas es de los retos más grandes para un titular de Recursos Humanos, pues no sólo implica considerar elementos técnicos como la revisión del perfil deseado, el análisis de currículos o el desglose de las tareas y responsabilidades de la vacante, sino que además se debe hacer uso de habilidades sociales y sacar un perfil humanista al buscar a la persona que pueda empatar mejor con lo que ya definimos.

Los seres humanos somos complejos y, en muchos casos, errores en la comunicación nos pueden llevar a formarnos una idea errónea de alguien. Es por eso que las preguntas que realicemos deben ser estratégicas. Aquí algunas recomendaciones:

  1. Evita los monosílabos. — Un consejo básico en toda comunicación humana efectiva es realizar preguntas que nos arrojen como respuesta más que un “sí” o un “no”. Si bien es responsabilidad de la persona entrevistada responder de manera atractiva, este tipo de preguntas parecieran más bien una afirmación que espera ser confirmada, además de que difícilmente nos hablará sobre el carácter, el conocimiento o las experiencias previas de nuestro candidato. Lo ideal es hacer preguntas cuya respuesta pueda desarrollarse e incluso que nos lleven hacia preguntas espontáneas más específicas.
  2. Mantén las preguntas profesionales. — Si bien en la entrada anterior aconsejamos romper el hielo y hacer sentir cómodo al candidato, uno de los errores comunes es el de perder la pista de la entrevista y convertirla en una reunión amistosa. Reserva el small talk para el inicio de la plática y procura que todas tus preguntas se enfoquen en experiencias profesionales. Si hay experiencias personales involucradas, sólo deberán tomarse en cuenta en medida en que éstas impacten en el trabajo. Dejarse llevar por lo personal puede nublar tu juicio y contratar al candidato que te pareció más agradable en lugar de al que te pareció más capaz.
  1. El CV lo conoces, busca lo importante. — Si has llamado a entrevista a alguien, aprovecha para conocer lo que no sabes sobre esa persona, pues su preparación académica y camino profesional ya los conoces. Haz preguntas relacionadas con experiencias de trabajo anteriores como: “¿Cómo ha sido en aquellas situaciones en que enfrenta una sobrecarga de trabajo?”, pregúntale sobre sus éxitos y fracasos laborales y cómo los ha llevado a cabo, evalúa sobre todo su capacidad de autocrítica y el ambiente laboral en que se desarrolla mejor (su estilo de liderazgo, sus motivaciones y frenos).
  2. Sé cordial. — No olvides que eres la cara de la empresa, no sólo durante la entrevista sino durante todo el proceso. Lo ideal es notificar a cada uno de los candidatos cuando se ha concretado la contratación; a pesar de no contratarlos, esta atención habla sobre el respeto que tienen hacia el tiempo de otros.

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