La existencia sostenible
A pesar de que la humanidad se considera una especie superior al resto de las especies animales, hay una cuestión de la cual no se ha logrado un avance considerable: la existencia sostenible.
En una sociedad mayormente capitalista, la mayoría de los seres humanos consideran que la imagen y la posesión de bienes materiales significan una mejor calidad de vida, sin considerar los recursos y esfuerzos necesarios para que llegue a las manos del consumidor cierto producto. Los animales, por otro lado, son capaces de vivir de manera sostenible, sin explotar los recursos naturales, sin erosionar la tierra y sin generar residuos no biodegradables.
Si bien se tienen menos hijos que antes, socialmente no consideramos que el ambiente paga un precio alto por ciertas actividades que realizamos que podrían ser mejoradas. Por ejemplo, una revelación de sexo (actividad que se ha hecho popular en los últimos cinco años) puede utilizar alrededor de cincuenta globos, aunado a decoración como humo de colores, confeti, papeles y plásticos que serán desechables ese mismo día. En una piñata infantil se pueden utilizar hasta cien globos, así como en otro tipo de fiestas y convivencias donde se utiliza el plástico como principal decoración.
Solo en México, durante 2022, se contabilizaron 1, 891, 388 nacimientos registrados. Si multiplicamos cincuenta globos de una revelación de sexo por la natalidad en México, estimando que la mitad de estos nacimientos realizó una revelación de género, por los nacimientos en el 2022, obtenemos que al año se sumaron a la basura 47 millones de globos que se utilizaron alrededor de tres horas solo para un evento que se ha viralizado por redes. Esto sin contar la cantidad de decoración y utilería desechable que se utiliza en fiestas de cumpleaños, reuniones, festejos y despedidas de soltera. Si multiplicamos los cumpleaños por la misma cantidad poblacional que tomamos en cuenta, de los tres a los doce años, si en cada fiesta se usan cincuenta globos, estarían acumulándose por vida infantil alrededor de 425 millones de globos que no se biodegradarán hasta dentro de 450 años.
Esto es un ejemplo sencillo de la basura que disponemos por un evento social.
Ahora pues, si consideramos que un bebé utiliza en promedio diez pañales diarios desde su nacimiento hasta los dos años en promedio, estamos hablando que por bebé se envían al relleno sanitario alrededor de 7 mil pañales, que multiplicado por la cantidad de natalidad original de la que hablábamos, en el 2022 solo en México se habrán enviado al relleno sanitario 13 billones de pañales que se biodegradan en 500 años cada uno. Si lo pensamos con detenimiento, en el relleno sanitario se encuentran todos los pañales utilizados hasta ahora (ya que se inventó en 1946), si no es que se han incinerado.
Otras de las principales problemáticas ambientales que enfrentamos debido a hábitos de consumo son la contaminación por la industria cárnica, por la industria pesquera, por la ropa fast fashion, la moda del uso de vapeadores de pila desechables, la industria inmobiliaria insostenible, el consumo de bebidas endulzadas, etc.
Hablemos de números
La demanda hace la oferta, por ende, mientras consumimos un producto este seguirá existiendo. Por ello, para ser un consumidor consciente, es necesario saber de dónde proviene lo que consumimos, como nos beneficia o perjudica y que se necesita para se genere.
Por ejemplo, Chiapas es el estado donde más se consume Coca-Cola en el mundo. Se calcula que cada habitante de Chiapas bebe 821.25 litros de refresco por año, mientras que 160 litros es el consumo per cápita en México, reporta un estudio del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur (Cimsur).[1] Sin ahondar aún en otra problemáticas como la diabetes tipo 2 y los casos de obesidad que se han registrado en el país, calculemos la cantidad de agua necesaria para fabricar esos litros anuales (solo en Chiapas) por 1.76 litros de agua que se requiere para fabricar un litro. Estamos hablando de 1,445 litros de agua anuales solo para generar un refresco endulzado. Así que, si multiplicamos los 5,543,828 (INEGI, 2020) por el promedio de consumo (820 lts) por 1.76 litros de agua por un litro de refresco, estaríamos hablando de 8 billones de litros de agua utilizados para producción de refresco respecto a la demanda de Coca-Cola solo en Chiapas en el año 2022.
Para obtener un kilo de carne de vaca son precisos 15.400 litros de agua. Para producir un kilo de carne de cordero, se necesitan 8.700 litros de agua dulce. Si la carne es de cerdo, 6.000 litros y si es de pollo, 4.300. [2]
Las legumbres, por el contrario, tienen una huella hídrica infinitamente más reducida, ya que solamente hacen falta 50 litros de agua para obtener un kilo de lentejas, mientras que para producir un solo vaso de leche son necesarios 255 litros de agua. La alternativa sostenible serían las bebidas vegetales y, entre ellas, la que menos agua necesita para ser producida es la de avena y la que más es la de almendras. Los productos naturales que más requieren agua son el aguacate (600 litros por kilo), el plátano (760 litros por kilo), leche (1,020 litros por litro), cereales (1,644 litros por kilo), arroz (2,497 litros por kilos) o la aceituna (3,025 litros por kilo).[3]
Dejando de lado la industria alimenticia, podemos mencionar algunos ejemplos de impacto ambiental de otros productos y el tiempo que necesitan para biodegradarse.
8.000 son los litros de agua necesarios para fabricar unos pantalones vaqueros y producir un kilo de algodón supone un gasto de 10.000 litros de agua. Una botella de plástico tarda aproximadamente 1,000 años en biodegradarse, las toallas húmedas tardan 100 años, las baterías entre 500 y 1,000 años (sin contar la contaminación de suelos que generan) y las botellas de vidrio 4,000 años.
A partir de 2018, cada año se producen alrededor de 380 millones de toneladas de plástico en todo el mundo. Desde la década de 1950 hasta 2018, se estima que se han producido 6.300 millones de toneladas de plástico en todo el mundo, de las cuales se estima que el 9% se ha reciclado y otro 12% se ha incinerado. Esta gran cantidad de desechos plásticos ingresa al medio ambiente, y los estudios sugieren que los cuerpos del 90% de las aves marinas contienen desechos plásticos.[4]
En los últimos tres años se han puesto de moda los vapeadores. La población que más consume estos cigarrillos electrónicos de moda van desde los 18 a los 40 años (siendo optimistas). Si hacemos un breve ejercicio donde suponemos que un 40% de la población entre los 20 y 25 (10,422,095 personas en ese rango de edad en México en el 2020, SEDECO, INEGI) utiliza y desecha un vapeador cada quince días, hablamos que una persona desecha veinticuatro vapeadores al año, multiplicado por el 40% ponderado de la población del 2020 en México, hablamos que se dispusieron 100 millones de vapeadores no biodegradables, aunado a las sustancias que se compraron para fumar y la nube que se genera al utilizarlos.
Hablando de moda, se estima que en México cada año se compran más de 1700 toneladas de ropa para el regreso a clases (camisas, playeras, pantalones, ropa deportiva), y más de 270 toneladas caen en desuso al inicio de cada curso escolar. En el mundo, la industria de la moda es responsable del desperdicio de 92 millones de toneladas al año.[5]
¿Cómo podemos vivir de manera más sostenible?
- Reducir el consumo de productos cárnicos, en especial de los relacionados al ganado bovino como carne, leche y sus derivados.
- Reducir el consumo de bebidas procesadas, café, chocolate y comida chatarra.
- Reducir las compras por impulso en plataformas de envíos, pues el combustible y energía necesaria para que un paquete llegue a nuestros hogares impacta más que si compramos de un lote existente.
- Evitar el desperdicio de comida y otros bienes.
- Evitar el uso excesivo de decoración desechable en fiestas y eventos como globos, plásticos, desechables, unicel y confeti.
- Sustituir el consumo de productos en paquetes plásticos por consumo a granel.
- Realizar composta con los desechos orgánicos del hogar.
- Captar agua de lluvia, el de la lavadora y la regadera para regar las plantas, trapear o realizar actividades domésticas.
- Implementar celdas solares y otras maneras de energía sustentable.
- Utilizar productos de higiene que impacten menos en el ambiente como pañales de tela, copa menstrual, desodorantes naturales, etc. Por ejemplo, una copa menstrual tiene un costo aprox. de 20 USD y tiene una vida útil mínima de 3 años (hasta 10 años), lo que supone un ahorro de 10 a 15 mil toallas sanitarias (aprox. 18k pesos) contra seis copas menstruales (1,800 pesos).
Si bien es complicado lograr un estilo de vida sostenible, es posible reducir nuestro consumo en los productos que más impacto dejan en huella de carbono y huella de agua, así como la generación de desperdicios plásticos que pueden evitarse como decoraciones o compras por impulso. Aunque se señalan a las grandes industrias como los responsables de la contaminación, son los consumidores los que incrementan la demanda de los productos de dichas empresas.
¿Conocías estos datos? ¿Qué medidas has tomado para llevar una vida más sostenible? Si deseas encontrar más información sobre derechos humanos te invitamos a nuestra Maestría de Gestión y Políticas Públicas en la Universidad Iberoamericana.
[1] https://conahcyt.mx/somos-lo-que-bebemos-el-bienestar-de-la-sociedad-mexicana-en-juego/#:~:text=Chiapas%2C%20por%20ejemplo%2C%20es%20la,sobre%20Chiapas%20y%20la%20Frontera
[2] https://www.lavanguardia.com/natural/20220110/7969360/huella-hidrica-agua-consumo-sostenibilidad-nbs.html
[3] https://revistamercados.com/que-alimentos-necesitan-mas-agua-en-su-produccion/
[4] https://www.fundacionaquae.org/wiki/cuanto-tardan-en-degradarse-nuestros-desechos/#:~:text=Se%20necesitan%20150%20a%C3%B1os%20para,entre%20200%20y%20300%20a%C3%B1os.
[5] https://mx.fashionnetwork.com/news/Mexico-desperdicia-mas-de-200-toneladas-de-ropa-al-ano,1007598.html#:~:text=Se%20estima%20que%20en%20M%C3%A9xico,inicio%20de%20cada%20curso%20escolar.
