Planeación urbana y calidad de aire

El pasado 8 de octubre, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU declaró que un medio ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano, por lo que todos los Estados, en su papel de garantes de derechos, estarían obligados a implementarlo. Esta resolución fue posible, aun con cuatro abstenciones por parte de Rusia, China, India y Japón, gracias a 43 votos a favor. Próximamente, la Asamblea General de la ONU pondrá a discusión si adopta una resolución semejante, considerando las especificidades del impacto del cambio climático sobre los derechos humanos.

Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, llamó a que la resolución «sirva como trampolín para impulsar políticas económicas, sociales y ambientales transformadoras que protejan a las personas y a la naturaleza» y continuó sustentando la importancia de estas medidas, en tanto que este derecho, dijo, «tiene que ver con la protección de las personas y el planeta: el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que comemos […] También se trata de proteger los sistemas naturales, que son condiciones previas básicas para la vida y el sustento de todas las personas, dondequiera que vivan».

Esta declaración es, evidentemente, una invitación a los gobiernos de todo el mundo para que pongan manos a la obra desde perspectivas amplias de bienestar en donde se consideren todos los factores que tienen que ver con la calidad de aire. El mero hecho de tener que establecer el aire limpio como un derecho humano debería decirnos mucho sobre dónde estamos parados.

En materia de planeación urbana, hay mucho que se puede evaluar para garantizar un aire limpio para sus ciudadanos. Considerar los usos de suelo y la capacidad de manejar los desperdicios antes de autorizar y promover la entrada a industrias es una cosa. También en materia de movilidad, priorizar el transporte colectivo y diseñar ciudades concentradas en áreas menores para evitar la movilización motorizada y reducir la energía necesaria en el abastecimiento de servicios es parte fundamental de un crecimiento sostenible. La correcta ubicación de los rellenos sanitarios y la promoción y creación de áreas verdes que se aprovechen y cuiden son otras estrategias que dependen de una correcta planeación urbana.

La belleza es una característica importante, pero es una obligación profesional comenzar a ver las propuestas de desarrollo como planes que se deben llevar a cabo hoy con miras a los resultados e impactos que tendrán a largo plazo. Si te interesa la Planeación Urbana y buscas profesionalizarte, te invitamos a que revises los planes de estudio del posgrado que la Universidad Iberoamericana Tijuana ofrece para ti.

Photo by JuniperPhoton on Unsplash

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