Prisión preventiva oficiosa en el marco de los DH

En las últimas semanas se han presentado discusiones en el poder legislativo bastante controversiales, una de ellas es la ampliación de los delitos que permiten prisión preventiva oficiosa. Desde un enfoque de derechos humanos, ¿hacia dónde nos lleva esto?

Recordemos que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce desde 1917 esta medida cautelar frente a ciertos delitos y consideraciones que han ido cambiando con el paso de los años, siempre para supuestamente determinar limitantes y así reducir su aplicación. La prisión preventiva oficiosa es una medida que puede llegar a ser muy útil cuando es necesaria para garantizar que la persona imputada esté presente en su proceso de juicio y sentencia o bien para proteger a las víctimas del delito. Sin embargo, hay quienes aseguran que ha sido utilizada de manera indiscriminada en cualquier caso en que sea permitido hacerlo, más allá de que sea necesario.

En 2014 se logró disminuir la tasa de población en prisión preventiva oficiosa gracias a la entrada del nuevo sistema penal en todo el país. Se consideraba que esta medida era aplicable frente a ciertos delitos «de alto impacto social», que eran la delincuencia organizada, el homicidio doloso, violación, secuestro, delitos cometidos con medios violentos como armas y explosivos, así como delitos graves que determine la ley en contra de la seguridad de la nación, el libre desarrollo de la personalidad y de la salud. La iniciativa fue funcional, a pesar de que algunos de los ya descritos quedaban un tanto abiertos.

Sin embargo, para 2019 se agregaron once delitos al catálogo. El resultado: un alza nuevamente en los índices de personas en prisión preventiva oficiosa.

En términos de derechos humanos, la recomendación por parte del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU es trabajar en ir reduciendo la implementación de la prisión preventiva oficiosa hasta desaparecerla, pues vulnera derechos humanos y constitucionales, como la presunción de inocencia. Sin contar con que la realidad nos habla de casos de tortura y criminalización de la pobreza. ¿Estás a favor de la prisión preventiva oficiosa, en contra, o tienes reservas? Tengamos debates de impacto social juntos en la Maestría en Gestión y Políticas Públicas de la Universidad Iberoamericana Tijuana.

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