¿Qué son los MUDAs?

Durante las guerras mundiales se generó la necesidad de producir en grandes cantidades productos para los campos de combate tales como armas, vehículos, municiones, medicamentos, uniformes y material médico. Durante estos tiempos de guerra se potencializó la economía por medio de la producción masificada de bienes y servicios, sin embargo, al término de la segunda guerra mundial, esta cultura de la producción acelerada se mantuvo y fue evolucionando conforme la tecnología lo hacía también. Si bien al inicio la industria tenía tintes artesanales y de producción en célula, es decir, la manufactura en un mismo sitio por un equipo de trabajo, conforme ha evolucionado la manufactura a la par con la tecnología, se ha concentrado en evitar la producción desmesurada y concentrarse en reducir desperdicios.

Henry Ford se conoce por ser el precursor de la manufactura lineal, donde en lugar de que un equipo de trabajo en un espacio definido fabrique el producto, este tipo de manufactura propone que lo que debe de moverse es el producto y no la persona, lo que hace que los operadores adopten expertise en actividades definidas, incrementando la calidad y disminuyendo tiempos de procesamiento. Lo que al inicio se enfocó en producir en cantidades desmesuradas, fue evolucionando a una industria enfocada a ser esbelta, es decir, a evitar la generación de desperdicios, el incremento de la calidad y los sistemas just in time.

¿Qué es un desperdicio?

Entiéndase un desperdicio por cualquier factor que no agregue valor al producto y no sea necesario, si no que genere costos y excedentes innecesarios. Al hablar de un proceso para transformar insumos en un producto final (finished good) es necesario que se atraviesen pasos de las entradas a las salidas. Estos pasos recaen en tres tipos de categorías:

  • Valor agregado: se refiere a los pasos que agregan valor al producto. Por ejemplo, al adquirir un celular podemos comprarlo por la definición de la cámara, la capacidad de almacenamiento, la velocidad del procesador, la calidad de la imagen, los aditamentos, entre otros. En un proceso, todas las actividades que se relacionen con agregarle esas características al celular se consideran valor agregado, como colocar la pantalla, colocar correctamente los componentes, agregar los lentes, etc. Estas actividades no pueden suprimirse, pero sí optimizarse, estandarizarse y automatizarse.
  • No valor agregado: son todas las actividades necesarias pero que no agregan valor al producto, es decir, actividades por las cuales el cliente no paga pero son necesarias para mantener la calidad. El ejemplo más tangible son los pasos del proceso donde se realizan inspecciones de calidad. Si bien al cliente le es indiferente si se inspeccionó una o diez veces el producto que adquirió, esto significa un costo de calidad para quien lo produce. Por ello es importante que las actividades de No Valor Agregado (NVA) sean reducidas y optimizadas.
  • Desperdicios: estas actividades implican un exceso y siempre significa un costo adicional no recuperable. Existen ocho desperdicios que, una vez categorizados, pueden ser atacados y eliminados, generando un ahorro inmediato. Los desperdicios deben siempre reducirse hasta eliminarse, ya que esto no afecta al cliente si no directamente al productor.

Los ocho desperdicios u 8 Mudas

Siendo parte de la filosofía productiva del Toyota Production System (TPS), los ocho desperdicios fueron establecidos por Taiichi Ohno y su equipo como una lista de las pérdidas identificadas en la industria automotriz. El TPS buscaba implementar la Mejora Continua y la Manufactura Esbelta a los proceso de manufactura automotriz, sin embargo su efectividad ha merecido que esta cultura escale incluso al área de construcción y al resto de la industria.

Los ocho desperdicios son parte de las 3 M´s: Muda (desperdicio), Mura (irregularidad en la carga de trabajo) y Muri (exceso de trabajo, estrés en el sistema). De estas tres M´s nos efocaremos en la Muda, es decir, los desperdicios que a sí mismo se categorizan en ocho.

Los ocho desperdicios son los siguientes:

  • Sobreproducción: se refiere a producir piezas extras a la demanda real. Piezas en inventario significa dinero detenido. Si tenemos este problema hay que revisar los pronósticos de venta, los tiempos de ciclo (el tiempo que necesita una línea para producir cierto modelo de producto), los métodos de ventas y los inventarios internos. También cuando se tiene este problema, los equipos de marketing suelen manejar ofertas, baratas o rebajas para eliminar el material en stock.
  • Inventario: está directamente relacionado al desperdicio anterior, pues busca guardar el material sobre producido, lo que genera un costo de almacenamiento, conservación, administración y logística.
  • Sobreprocesamiento: se refiere a los pasos que hay que realizar para convertir un insumo en un producto terminado. Por ejemplo, volviendo al ejemplo del celular, nuestro estado actual probablemente necesite cincuenta pasos para llevar el insumo al producto terminado. Sin embargo, después de un análisis nos percatamos que podemos automatizar, balancear y consolidar pasos y no necesitábamos cincuenta pasos, si no solo diez. Así que ahí reducimos cuarenta pasos de desperdicio.
  • Movimiento: se refiere a los movimientos que se hacen por que la estación o espacio de trabajo está mal planeada o distribuida. Por ejemplo, atornillar o sujetar una pieza para colocarle manualmente con un desarmador cinco tornillos puede ser mejorado instalando una base que sujete la pieza y un torque imantado para atornillar las piezas. Esto también nos ayuda a mejora la ergonomía de la estación y evitar enfermedades de trabajo, así como disminuir los tiempos de ciclo.
  • Defectos: se refiere a todas las piezas que no cumplen con el estándar de una pieza correcta. Estas piezas a veces pueden retrabajarse, lo que significa un desperdicio de sobreproducción, o en la mayoría de los casos se dispone. Este defecto es muy obvio ya que puede contabilizarse lo que es tirado a la basura. Para reducir este defecto es necesario estandarizar las operaciones, reducir la variación y estabilizar los sistemas.
  • Transporte: si bien el desperdicio de movimiento se refiere a la utilidad física que una persona dedica a una operación, el transporte se refiere al espacio que recorremos para ir por material, mover producto, entregar piezas, y todo el espacio por el que tengamos que caminar para cumplir con nuestra operación. Para reducir este desperdicio se puede hacer un rediseño de líneas, un análisis de tecnología de grupos o asignar un materialista (waterspider).
  • Tiempo de espera: este desperdicio comprende todo tiempo donde no exista productividad por un mal balance en la línea donde algunas estaciones sean más veloces que otras, generando tiempo desperdiciado. Esto puede solucionarse balanceando las líneas.
  • Talento humano: esta categoría de defectos fue el último en considerarse como tal, pues se refiere a lo poco que se toma en cuenta la habilidad humana de mejorar su propio entorno y de aportar ideas. Este desperdicio se ha atacado en los últimos años al incentivar al personal por medio de incentivos y de una cultura de pertenencia y de manufactura esbelta a participar en eventos de mejora, quick wins, best practices y kaizens.

Y tú, ¿Qué desperdicios observas en tu área de trabajo? ¿Y cuales observas en las zonas urbanas o residenciales? ¿Te gustaría aprender más sobre el tema? Acércate a nuestra Maestría de Desarrollo Organizacional en la Universidad Iberoamericana.

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