T-MEC y pandemia: doble reto para Norteamérica

El Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) entró en vigor en el año 2020, casi durante los primeros brotes en el continente de la pandemia de Covid-19. Se esperaban cambios en las relaciones comerciales, pero dado el impacto que ha tenido dicha pandemia en el mundo entero, el analizar las repercusiones del nuevo acuerdo cobra nueva relevancia. El reto que se presenta para los tres países es doble para el comercio y la logística internacional, pues no sólo habrá que adaptarse a los nuevos lineamientos establecidos, sino que se han tenido que implementar estas medidas a la par de las recomendaciones sanitarias que se deben aplicar en toda empresa, y que han impactado en las cadenas de suministro y producción.

Firmado en 1994, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte fue un parteaguas en la estrategia económica de los tres países, en tanto que se mejoró la competitividad, se incrementó el comercio y se consolidaron cadenas regionales con las que se potenció el comercio y la inversión. Para México, en específico, significó la posibilidad de monetizar, a través de la exportación, su diversidad y gran cantidad de recursos.

Ciertamente era necesario modificar el Tratado para que se adecuara a los modelos comerciales de la actualidad, como la consideración de nuevos productos y servicios, el comercio digital, la incorporación de pequeñas y medianas empresas, entre otros elementos a tomar en cuenta; sin embargo, no podemos dejar de reconocer que estas modificaciones se hicieron ante la presión del entonces presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, quien además de renegociar el TLCAN demandó que se hiciera priorizando el beneficio para su país, de lo contrario, amenazó con abandonar el tratado.

Lo anterior se trae a cuenta únicamente para considerar el entorno en que se realizaron las negociaciones y contemplar las amenazas que las políticas nacionalistas implementadas en EUA representan, sin dejar de lado que este nuevo tratado ofrece oportunidades, principalmente en las adecuaciones legales que se han de realizar en materia laboral, gracias a las cuales podríamos avanzar hacia una cultura de trabajo más productiva, eficiente y rentable, sin olvidar que estos resultados deben derivar en ganancias compartidas con los trabajadores que los hacen posibles.

Entre las economías recuperándose lentamente y en la cuerda floja ante nuevas cepas y rebrotes de Covid, es necesaria la profesionalización y especialización en Logística Internacional, en programas como el del posgrado que ofrece la Universidad Iberoamericana Tijuana, sobre todo tomando en consideración su condición de frontera y las relaciones comerciales e inversiones que de ello se derivan.

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