Trabajar para el que viene

«La silla la tenemos prestada» es una frase muy usual en altos de media y alta responsabilidad en corporativos y en puestos públicos. En los puestos de representación y las designaciones como parte de una administración específica esta frase no sólo tiene total sentido, también es fácil de comprobar: la fecha límite para ocupar la silla está establecida de antemano. Por ende, desde la función pública se debe trabajar con la conciencia de que los problemas, errores, procedimientos, inercias en la manera de trabajar se quedarán, así como los proyectos con visión a largo plazo, las soluciones previstas y las bases para resolver detalles que se vieron de forma repetida durante el tiempo de la administración.

Hay un gran tramo entre la teoría y la práctica (o del ideal a la realidad, si se quiere ver así), que radica en que el seguimiento de los proyectos en varias ocasiones depende de la continuidad del partido en el poder, lo cual puede ser peligroso en caso de proyectos que traigan efectos nocivos o que estén mal planteados; por otra parte, cuando se da una alternancia de partidos, incluso los proyectos bien planteados peligran.

Las alternancias son necesarias y puedes resultar benéficas para mantener el balance de poderes, pero quizás podríamos problematizar en qué medida se repite el ciclo de la curva de aprendizaje en cada administración aunado a los largos (y a veces innecesarios) procesos de entrega-recepción. Si de por sí el tiempo de llevar a cabo acciones y políticas públicas es limitado, debemos reconocer que se limita aún más.

Sin embargo, lo anterior no quiere decir que, en aras de una determinada continuidad, ya sea en proyectos o en personal, mantengamos a un grupo específico en el poder (a veces la alternancia se da incluso entre miembros de un mismo partido) sin haber demostrado su capacidad y voluntad para representar los intereses ciudadanos. Lo que es importante es que nos planteemos estos escenarios y problematicemos sobre lo que cada uno implica, así como las estrategias de las que podríamos echar mano para determinar bajo qué criterios una estrategia implementada o un proyecto a medias puede/debe ser cancelado o se le debe dar seguimiento.

Desde la Maestría en Gestión y Políticas Públicas de la Universidad Iberoamericana Tijuana esperamos que nuestros alumnos se planteen diversas preguntas que les ayuden a desentrañar los procesos políticos y a incidir en la solución de problemáticas sociales de manera profesionalizada. Por ello, te invitamos a que seas parte de nuestro programa.

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