Ventajas de la internacionalización de empresas para la economía nacional

Oskar Villarreal Larrinaga (2005) define la internacionalización de la empresa como «una estrategia corporativa de crecimiento por diversificación geográfica internacional, a través de un proceso evolutivo y dinámico de largo plazo que afecta gradualmente a las diferentes actividades de la cadena de valor y a la estructura organizativa de la empresa», y aquí es pertinente hacer la precisión de que se establece que el proceso es a largo plazo y paso a paso, además es importante hacer hincapié en que, como se dice, toda la estructura de la empresa y sus actividades se verán modificadas, así que es un proceso que debe realizarse con especial cautela y con una visión conjunta y clara. Continúa Villarreal indicando que lo anterior se efectúa «con un compromiso e implicación creciente de sus recursos y capacidades con el entorno internacional, y basado en un conocimiento evolutivo». Así pues, el plan que se establezca camino a la internacionalización deberá estar abierto a ser modificado atendiendo a las nuevas necesidades del mercado internacional y las condiciones cambiantes del entorno.

            En el entorno de globalización en el que nos encontramos, el crecimiento de un país tiene todo que ver con su participación económica en lo global. De acuerdo a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, gracias a las salidas de inversión extranjera directa, las empresas se hacen más competitivas, con lo que pueden aumentar la capacidad y productividad nacional. En los gobiernos es una señal de economía sana el que las empresas de su país compiten con empresas de todo el mundo. Esta competitividad que surge con la internacionalización hace su parte en el incremento de las exportaciones del país, que de ser exitosas favorecen a que la percepción que se tiene del país sea favorable. En un círculo virtuoso, esta credibilidad contribuye a captar inversión extranjera en el país, lo que no podemos ignorar precisamente en estados de la frontera entre México y Estados Unidos, donde existe la posibilidad de instalar empresas extranjeras interesadas en exportar a dicho mercado.

            Otra de las importantes ventajas que ofrece la internacionalización de empresas mexicanas es la generación de transferencia de tecnología que se genera al producir y tener operaciones propias en otros países, con lo que eventualmente estas mejores prácticas se replicarán en el mercado nacional. Los procesos novedosos que se instauren en las empresas mexicanas serán eventualmente replicados por otros.

            Los beneficios son aún más, pero el apoyo a internacionalizar empresas mexicanas no se va a fondo perdido. Si te interesa el tema, te invitamos a la Maestría en Gestión Ejecutiva Internacional que ofrece la Universidad Iberoamericana Tijuana.

Photo by Kurt Cotoaga on Unsplash

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