Las necesarias defensas del territorio

Cuando pensamos en política pública tenemos que considerar que la resolución de un conflicto debe hacerse de manera integral, sin agrandar otros problemas o generar nuevos. En ese sentido, la clase política tiene una deuda histórica con los grupos indígenas de todo el país. Mientras que se vende la idea de “desarrollo” en términos occidentales, varios proyectos de inversión en México se han orientado a explotar los recursos naturales en territorios típicamente ocupados por grupos indígenas. Al presentarles los proyectos, estos planes suelen venderse como necesarios para que las comunidades crezcan y tengan nuevas fuentes de empleo; sin embargo, una desafortunada realidad es que en la implementación de estas estrategias los resultados no suelen favorecer a las comunidades, sino únicamente a quienes invierten en proyectos de urbanización, como hoteles, transporte y otras comodidades turísticas que se convierten en nuevas necesidades.

Por lo anterior, no sorprende que varios grupos indígenas defiendan su territorio contra proyectos grandes que indican que buscan mejorar las condiciones de vida de las poblaciones que los habitan, o buscar el desarrollo. La desconfianza está justificada y en este sentido la clase política interesada en incidir positivamente sobre las comunidades indígenas y sus territorios deberá sentarse a escuchar con atención a sus demandas, con más preguntas que respuestas y con la voluntad de ponernos al frente y al centro de los proyectos que sobre los territorios habitados por ellas se planteen. 

Si bien la captación de turismo puede dejar una derrama económica importante, también es obligación del Estado regular el reparto de esos ingresos, pues no importa qué tanta riqueza se genere si ésta no se distribuye entre quienes la hacen posible. Los proyectos de ecoturismo deben contemplar el cuidado de las tierras que se están explotando y prevenir que las comunidades que las habitan paguen los costos sin recibir las ganancias. Asimismo, defender la cultura que se vende y promoverla a través de las actividades que se oferten debe ser un punto central de estos proyectos.

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