Abrazar la colaboración remota
Tras más de dos años de pandemia, podemos asegurar que el rol de la oficina como un espacio físico de trabajo compartido se ha transformado. Lejos de lo que posturas más conservadoras sostenían, un alto porcentaje de personas ha visto aumentar su productividad durante el trabajo remoto. Si bien existen muchos retos a considerar en torno a cómo ofrecer las condiciones laborales o dividir la responsabilidad y costos del home office, la reducción de tiempos de transporte, distracciones y tiempos muertos han influido para que los trabajadores hagan más trabajo en menos tiempo: ganar-ganar.
Sin embargo, los bemoles quizás los vayamos a ver con el paso del tiempo, pues disminuyen los lazos entre empleados, resquebrajando las redes de afinidad y propiciando un aislamiento en las organizaciones. En una modalidad de trabajo remoto, si bien se pierden distracciones, también es cierto que se pierden las conversaciones entre colegas que nos llevan a proponer soluciones creativas, así que la innovación se ve mermada por la distancia física.
El reto principal de las sociedades a partir de la pandemia y, en este caso también de las empresas, es crear condiciones que nos permitan abrazarnos metafóricamente, aun cuando tengamos que mantener una distancia prudente. Estar lejos sin alejarnos. Las plataformas digitales han sido un gran aliado en la comunicación y el trabajo remoto, pero es importante ampliar los recursos tecnológicos en nuestras empresas, lo suficiente para al menos diseñar lugares de trabajo digital que fomente la colaboración y el trabajo en equipo, donde además esté establecido el tiempo que el trabajador podrá dedicar a sus labores, en lugar de ser rastreable las 24 horas a través de sus cuentas o redes personales.
Dar lugar al debate, formar equipos de trabajo que varíen y en donde se encuentre diversidad entre los miembros del equipo (en sus habilidades, personalidades, generaciones, etc.) son herramientas que nos pueden ayudar a impulsar la colaboración y hacer que el regreso a las oficinas (en los casos necesarios y cuando se pueda hacer de manera segura) sea un suceso esperado con anhelo y no con angustia.
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