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Administración y desarrollo profesional: ¿cómo dirigir un equipo de trabajo?

Los líderes se desarrollan, invierten tiempo y esfuerzo para mejorar sus habilidades. Cualquier persona tiene el potencial siempre y cuando nos preparemos adecuadamente; de esta forma, podremos manejar la administración y desarrollo empresarial a cualquier escala, mediante el uso de herramientas y técnicas aplicables.

Manejar una organización es sinónimo de ejecutar acciones que coadyuven en aumentar su productividad, tales como: utilizar medios digitales, capacitación del personal, utilizar medios de automatización para mejorar el servicio al cliente, hacer fluir la información entre departamentos, y mucho más.

Realizar un trabajo metódico, sistemático e innovador junto a nuestro equipo, hará que nuestra administración promueva un óptimo desarrollo empresarial.

¿Quieres saber cómo planificar, controlar, organizar y dirigir a un equipo de trabajo para lograrlo? ¡En este post te traemos 5 consejos!

¡No pares de leer!

1. Dirige en base al ejemplo

¿Acaso has escuchado la frase “las acciones hablan más fuerte que las palabras”? De ser así, debemos comprender que este concepto es fundamental para liderar un equipo de trabajo. Los grandes líderes de la historia han sabido guiar actuando y sabiéndose expresar.

Personas como Napoleón Bonaparte, Mahatma Gandhi y Nelson Mandela, iban al frente de cada batalla o marchas multitudinarias. De esta forma, mostraban a sus seguidores cómo actuar, usando sus acciones para guiar.

De esta misma manera, si tenemos un equipo de trabajo bajo nuestra responsabilidad y necesitamos planificar, organizar y delegar funciones de cara a los requerimientos empresariales, primeramente, debemos dirigirlos con el ejemplo, mostrando dedicación, compromiso, efectividad y resultados.

En consecuencia, acatarán las ordenes sin reclamar y generaremos un vínculo laboral, creando un sólido sentido de pertenencia en cada trabajador que aumentará tanto su productividad individual como la grupal.

Esta es una pieza clave en la administración y desarrollo empresarial, si necesitamos controlar grupos de trabajo, debemos actuar profesionalmente para infundir respeto.

2. Acércate a tu equipo

La fórmula perfecta para conocer a tu equipo es acercarte y eliminar esa barrera invisible que comúnmente existe entre cargos jerárquicos, ¡la confianza es fundamental!

Crear un vínculo es imprescindible para evitar que nos observen como “jefes autoritarios”, en consecuencia, la relación será más fluida entre toda la plantilla y fomentaremos un ambiente laboral idóneo, lo cual, redunda en la productividad colectiva.

Pero, ¿cómo hacerlo? Para esto, debemos mantener una actitud positiva en el equipo. El equipo es un reflejo del líder, por ende, si manejamos un buen comportamiento hará que las personas consigan resultados orientados al cumplimiento de objetivos.

3. Delega responsabilidades

Este consejo es una consecuencia directa de los dos anteriores, pero, ¿por qué? Para dirigir a un equipo de trabajo, debemos conocer a cada integrante, sus fortalezas, debilidades y aptitudes, de esta forma, podremos asignar funciones.

Para lograrlo hay que ser críticos, crear nuevas ideas, llevar un registro detallado y complementar los esfuerzos. Saber asignar responsabilidades es de gran utilidad debido a:

I. Mayor eficiencia

Si el integrante sabe qué y cómo hacer su trabajo, hará que cumpla con su objetivo rápidamente, evitando dilaciones y haciéndolo más competente para un mayor número de tareas.

II. Más productividad

Un aumento de la productividad surge cuando los trabajadores están de acuerdo con las funciones asignadas porque conocen su modus operandi.

III. Consideraciones

No hay que sobre exigir a los trabajadores. Se debe distribuir de manera uniforme para evitar el sobrecargo laboral en algunos trabajadores, mientras que otros estén libres.

Para organizar y dirigir correctamente a un equipo, primeramente, debemos conocer cómo hacer cada labor. Así verificaremos si el modo y la forma de trabajo se adapta a los parámetros establecidos y, en todo caso, podamos reasignar tareas.

4. ¡No tengas miedo a tomar decisiones!

¿Quieres que tus planificaciones, controles, organizaciones y directrices sean cumplidas a cabalidad? Entonces no dudes en tomar decisiones por más difíciles sean. En una situación complicada todos van a necesitar de tu voz de mando, tanto tu equipo de trabajo como la empresa.

Estar dispuesto a decidir significa una responsabilidad que no todos saben asumir. Conoce 4 consejos para que puedas tomar una buena decisión.

I. Conoce el alcance de tu elección

Debes evaluar la cadena de consecuencias que tendrá tu decisión, en caso de que las probabilidades estén a tu favor, ¡entonces no titubees!

II. Sigue tu instinto

Dejemos el miedo atrás y básate en estadísticas, probabilidades e historial de operaciones, de esta forma, podrás darles sustento a tus instintos y, en caso de que no tengas el respaldo numérico — porque no existe— pero estás seguro que vas por el camino positivo, ¡deberás arriesgarte, seguro saldrá como lo planeas!

III. Reduce tus opciones

Hay que descartar opciones sacando lo positivo y negativo de cada una. Quedarnos con un grupo reducido de posibles acciones reducirá el margen de error, prevendrá confusiones y evitará que perdamos el enfoque.

Eliminar posibles negatividades hará que tengamos claros nuestros objetivos y entenderemos aún más sus características para poder llegar a cumplirlos.

IV. Aprende a redirigir tus metas

En ocasiones no tomamos las decisiones correctas, por este motivo, siempre debemos tener un As bajo la manga que nos permita redireccionar nuestros esfuerzos hacia nuevos objetivos.

No podemos ser perfectos, debemos amoldarnos a las circunstancias, las cuales, son siempre cambiantes.

5. Mejora tus habilidades blandas

También denominadas Soft Skills. Son cualidades personales que son requeridas para tener éxito en cualquier trabajo, se relacionan directamente con los rasgos de la forma de ser y la mentalidad.

Estas habilidades son muy solicitadas actualmente, entre ellas tenemos:

  • Creatividad: Evitará que nos estanquemos y podremos expandir nuestra mente para aportar ideas innovadoras y originales.
  • Comunicación: La capacidad de expresarse verbal, física y de forma escrita es esencial en todo ámbito.
  • Resolución de problemas: Para superar los obstáculos de manera efectiva y eficiente, primero debemos escuchar y luego actuar.
  • Inteligencia emocional: Saber manejar las emociones en el espacio laboral contribuye a que se fortalezca la cultura de la empresa, además, es un requisito para formar y sostener equipos de alto rendimiento.
  • Productividad personal: Aprovechemos al máximo nuestra jornada laboral, principalmente ante una demanda de resultados cada vez mayor. Debemos mantenernos al pie de la transformación digital y sus aportes para ser cada vez más productivos.

¡Hemos terminado! Pon en práctica esta guía y podrás manejar hasta los equipos de trabajo más exigentes logrando una exitosa administración y gestión empresarial.

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