Art Decó

¿Conoces edificios como el Chrysler, el Radio City Music Hall y El Empire State en Nueva York? ¿O el Cristo Redentor en Río de Janeiro? ¿Qué tal La Casa Judía en Valencia? ¿O que tal toda La Habana? Estos famosos edificios, protagonistas de fotografías, filmes cinematográficos y foco de atención de millones de turistas, tienen algo muy especial en común.

Así como Fairmonet Peace Hotel en Shangai, el Palacio de Chaillot en París o el Monumento de la Revolución en la Ciudad de México, por mencionar algunos, estos edificios reflejan la geometría, el diseño y el estilo característico del Art Decó.

Imagen de un edificio icónico del Art Decó, el Chrysler en Nueva York[1]

¿Qué es el Art Decó?

Alrededor de la década de 1910, apareció el Art Decó como una modernización del Art Nouveau, que comprendía una corriente artística que se apoyaba en el saturado estampado y relieve inspirado en la naturaleza, similar al arte japonés que obedece las líneas curvas y la asimetría en los diseños. Si bien el lujo ya era la base del Art Nouveau, en el Art Decó las artes decorativas – los adornos, detalles, joyería, pinturas – comenzaron a formar parte importante del detalle artesanal, aunado a los nuevos materiales entre los que eran preferentes el nácar, la madera brillante y pulida, el cromo, el metal liso y el vidrio. Además, entre más exótica era la procedencia del material, mayor estatus daba el mueble o el espacio. El lujo pasó a ser parte del decorativo de una sociedad que estaba al borde del colapso financiero.

Si has visto El Gran Gatsby, Cars, Los Increibles o Peaky Blinders en la temporada donde están en Estados Unidos (o incluso los Supersónicos) podrás darte una idea de cómo luce esta tendencia artística que influenció tanto la arquitectura, el diseño gráfico, la cinematografía, la propaganda, el interiorismo y la moda de los años veinte y se detuvo cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, cuando estalló la guerra no desapareció del todo, hasta que en 1950 el Brutalismo lo desplazó casi por completo, ya que conforme pasaron los años la ostentosidad y saturación de decoración y formas se vio sustituido por la premisa de que los objetos eran bellos si cumplían su función. Así que la decoración paso a segundo grado mientras la practicidad ganaba terreno. Las paredes lisas de paneles de concreto y metal del brutalismo sustituyeron a las largas filas de columnas que ofrecía el Art Decó, lo que permitió que se integraran ventanales más grandes y espacios más uniformes.

Este estilo también tuvo mucha importancia en Cuba, pues entre 1923 y 1940 el país caribeño tuvo una fuerte influencia estadounidense, misma época en la que se estaba en construcción El Chrysler en Nueva York y El Chicago Board of Trade Building, símbolos icónicos de esta tendencia. A partir de la Revolución Cubana en 1959, los edificios erigidos por Estados Unidos se quedaron como el último estallido de moda arquitectónica, manteniendo este estilo hasta hoy, dando una sensación a los turistas actuales de estar viajando al pasado. Por ello algunos edificios icónicos de la isla cubana mantienen el Art Decó como la evidencia de la moda de la otrora moda arquitectónica.

Características

Esta tendencia heredó de su antecesor – el Art Nouveau – el uso de marcados colores brillantes, pero también se apoyó en la geometría lineal que ofrecía el cubismo, la luz y el color del orfismo – que así mismo se inspira en el cubismo – y el fauvismo que defiende que era necesario ignorar los claroscuros y las perspectivas para expresar los sentimientos.[2]

Pueden recalcarse cuatro características principales para identificar este estilo:

  1. La geometría en sus figuras debido a la gran influencia de los pintores cubistas.
  2. La inspiración en estilos antiguos o no occidentales como los griegos, egipcios, chinos, indios, japoneses e incluso africanos.
  3. El detalle artesanal del mobiliario, la joyería y los textiles utilizados en la decoración tanto de interiores como de las mismas personas de la época.
  4. La estilización de las figuras en las pinturas e imágenes, que resaltaban líneas simples con colores armónicos y sencillos.

También podemos recordar de las películas Volviendo al futuro, por ejemplo, una característica tardía pero remarcada del Art Decó, el Streamline decor, que se refiere al diseño de edificios, electrodomésticos y objetos que homologaban la forma de un trasatlántico. Por ellos los famosos Dinner de Nueva Jersey tienen formas puntiagudas, como si fuesen aerodinámicos.

Ejemplo de un Dinner en Nueva Jersey, donde podemos apreciar la tendencia arquitectónica aerodinámica del Streamline decor. Fotografía tomada de la página web nj.com

Y a ti, ¿por cuál corriente te inclinas más? ¿Has vivido o visitado alguna residencia donde predomine alguno de estos estilos? ¿Qué filmes cinematográficos te recuerdan al Art Decó?

Si te interesa saber más sobre tendencias artísticas reflejadas en interiorismo y la arquitectura te invitamos a leer nuestros artículos “Brutalismo” y “Minimalismo” de la Maestría Planeación Estratégica de Ciudades de la Universidad Iberoamericana.


[1] Foto tomada de la página oficial The Chatwal New York

[2] https://historia-arte.com/movimientos/fauvismo

Foto de William Wachter en Unsplash

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