Clima organizacional y productividad

El clima organizacional es el conjunto de las sensaciones e impresiones de los colaboradores de una empresa sobre el ambiente laboral. Comprende las relaciones que se llevan a cabo entre los distintos actores de la empresa, constituyendo el ambiente en donde los empleados desarrollan sus actividades. Así como ocurre en el medio ambiente, el clima puede cambiar y esto influirá positiva o negativamente en nuestro
temperamento, productividad y relaciones con los demás.

Así como cuidamos que el clima sea perfecto cuando planeamos un evento, cuidar el clima organizacional en los ambientes de trabajo es sumamente importante, pues un clima sano en la organización llega a tener impactos positivos: mejora las relaciones entre los colaboradores, con lo cual se fomenta el trabajo en equipo y se aumenta la creatividad y productividad; eleva la competitividad al integrar los intereses individuales y colectivos a las metas de la empresa (vamos todos en el mismo barco) y construye una cultura organizacional sólida.

Durante esta pandemia, el juego ha cambiado sus reglas en distintas ocasiones, y las empresas tuvieron que aprender a ser flexibles en sus procesos de trabajo y estrategias para mantener, aun en la distancia, un ambiente laboral sano y un equipo fortalecido.

Hablar de trabajar por metas y no por horas nunca había tenido tanto sentido, y muchas empresas lo llevaron tan bien que contemplan implementar modelos de trabajo remoto al menos algunos días a la semana. Sin embargo, también quedaron expuestas muchas carencias en el desarrollo de climas organizacionales sanos.

En el afán por emular las estrategias de empresas como Google o Facebook, muchos lugares de trabajo han tomado algunas decisiones desafortunadas. Lo que conforma un buen clima laboral es la generación de entornos de trabajo más agradables, que incluyan alternativas de ocio, horarios flexibles, autonomía en la realización de tareas,
posibilidades de aprendizaje y desarrollo de habilidades, metas realistas y alcanzables en los periodos dispuestos. Es decir, un buen ambiente laboral no se logrará con estrategias superficiales y paliativas como pintar las oficinas, poner una mesa de billar, pagar con pizza y cervezas las horas extras, y un largo etcétera de prácticas incluso éticamente cuestionables y que llegan a rayar en el límite de lo ilegal.

Invertir en conocer a nuestros colaboradores, comprender sus expectativas y necesidades y hacerlas coincidir con las de la organización nos hará ganar en términos de contar con recurso humano más eficiente, productivo y creativo al momento de resolver conflictos. Además, compartir los valores de la empresa con el equipo asegura que la toma de decisiones sea más efectiva y rápida. Por eso, en la Universidad Iberoamericana Tijuana se fomenta la investigación desde su posgrado en Desarrollo Organizacional, a fin de no sólo conocer las tendencias y proyecciones de nuestro giro, sino también desarrollar estrategias para crear un mejor presente, que abone a la construcción de un porvenir exitoso.

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