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Ocho consejos que te ayudarán a mejorar tu desarrollo profesional

El desarrollo profesional implica mantenerse actualizado sobre los distintos conocimientos y habilidades relacionadas a una disciplina para poder ofrecer un óptimo servicio a nuestros clientes u organización e, inclusive, superar sus expectativas.

El profesionista debe aprender constantemente nuevas aptitudes, por eso resulta útil detectar tus debilidades para fortalecerlas y promover tus aspectos positivos para evitar un estancamiento profesional.

Al titularse de un pregrado, el egresado adquiere amplias facultades que le permitirán mantenerse competitivo en el mercado laboral. Además, tiene la posibilidad de optar por mejorar aún más sus conocimientos mediante el estudio de un posgrado.

Aunado a lo antes mencionado, existen diversas técnicas que te ayudarán con tu crecimiento profesional, como, por ejemplo, la planificación estratégica o la autogestión.

¿Quieres saber más sobre el tema? Entonces, ¡debes conocer estos 8 consejos para que puedas mejorar tu desarrollo profesional!

1. Descubre tus defectos y fortalezas

El ser humano es imperfecto por naturaleza. Cada uno de nosotros tiene un cúmulo de aspectos positivos y negativos, los cuales evidencian aquello en lo que somos buenos y aquello que nos cuesta un poco más. Es por eso que es importante entender cuáles son nuestras fortalezas y debilidades en el ámbito laboral, ya que es la única forma de entender cuáles son los pasos que debemos seguir para crecer.

A lo mejor te preguntarás, ¿acaso no sería mejor enfocarse en nuestras fortalezas para lograr opacar nuestras debilidades? Lo cierto es que no, porque un talento te llevará lejos, pero son tus debilidades las que te harán tropezar en el camino. Necesitas atender ambas cosas.

¿Pero cómo podemos determinar qué es una fortaleza y qué es una debilidad? Pues, primero definamos lo que es cada una de una forma más técnica:

  • Fortalezas: son definidas como las cosas que te caracterizas por hacer bien. Son las habilidades especiales que posees para hacer una tarea o actividad en concreto que resulta útil para tu ambiente laboral;
  • Debilidades: son todo lo contrario. Es aquello que se te dificulta mucho o que te hace quedar mal con tus colegas; es decir, son aspectos en los que no destacas mucho o que provocan que seas una persona con la que es difícil trabajar.

Entonces, una debilidad no es simplemente tener problemas con Excel, sino que ciertos detalles de tu persona —como ser incapaz de trabajar en equipo, entregar las cosas a destiempo y llegar tarde a la oficina— deben ser considerados como áreas de mejora que necesitas corregir para desarrollarte como profesional.

¿Cómo detectar nuestras debilidades y fortalezas?

Si quieres conocer tus debilidades y fortalezas, debes hacer una labor de autoconocimiento. Necesitas tomártelo en serio y ser honesto contigo mismo, sin tratar de ponerte por encima o por debajo de tus capacidades reales.

Una de las mejores formas de encontrar la respuesta que buscas es preguntándole a tus familiares y amigos de confianza sobre el tema, y reflexionar sobre sus distintas respuestas.

Algunas de las debilidades que te pueden compartir son:

  • nerviosismo;
  • egoísmo;
  • arrogancia;
  • falta de confianza;
  • pesimismo;
  • falta de compromiso y de concentración;
  • entre otras.

Eso sí, no te tomes a mal lo que te digan estas personas. Recuerda que las debilidades no deben ser observadas como algo meramente negativo, sino como oportunidades de crecimiento.

En cuanto a las fortalezas, quizás te compartan cosas como:

  • resiliencia;
  • curiosidad;
  • autocontrol;
  • creatividad;
  • inteligencia emocional;
  • lealtad;
  • humildad.

Como podrás observar, no solo debes conocer tus debilidades para convertirlas en fortalezas, también debes tomar tus aspectos positivos y trabajar en ellos para lograr un mejor desarrollo profesional.

2. Elabora una planificación estratégica para desarrollarte como profesional

La planificación es la capacidad de asignar objetivos, prioridades, métodos y controles para desempeñar tareas eficazmente mediante una correcta organización, teniendo como finalidad el cumplimiento de una meta.

Existe un tipo de planeación que puede garantizarte buenos resultados para tu proceso de desarrollo profesional, ¡deja que te hable un poco acerca de ella!

Planificación estratégica profesional

Se trata de una planificación a largo plazo que prioriza tus necesidades, trazando distintos objetivos en aras de lograr un pleno desarrollo profesional.

Asegúrate de armar tu planificación estratégica de forma correcta siguiendo estos 5 pasos:

I. Análisis de la situación

El análisis del caso es la base sobre la que elaborarás el plan. Este ejercicio tiene como finalidad dar a conocer lo que puedes o no controlar. Se deben evaluar las variables internas y externas que puedan afectarte.

Dentro de las variables internas encontrarás todo aquello que puedas manejar, es decir, todo aquello que depende de tus habilidades y lo que tengas a tu alcance.

Las variables externas son aquellos aspectos que no pueden ser manejados por tu cuenta, como la economía del país, tu competencia, el cliente, entre otros. Este tipo de factores se pueden tomar como “debilidades”.

De esta revisión, podrás detectar oportunidades potenciales o amenazas para las cuales debes estar preparado.

II. Diagnóstico

Es en esta etapa del proceso donde se procede a evaluar la factibilidad de las acciones a tomar, es decir, lo que puedes hacer y lo que no.

Del análisis previo, debes definir lo que debe ser aprovechado y aquello que se debe solucionar o desechar, pero el objetivo de este segundo paso está más relacionado con hacer una jerarquía clara de las ventajas competitivas que tienes y cómo puedes utilizarlas para tu beneficio.

III. Estudia el ámbito donde deseas desarrollarte

En este paso, ya estarás muy cerca de estar listo para tomar decisiones estratégicas. Lo único que te hace falta es aprender más sobre el área donde te encuentras ejerciendo tu profesión, o donde deseas hacerlo.

En este proceso, debes indagar e investigar sobre aquellos profesionistas que enmarques como ejemplo a seguir para tu propio desarrollo. De esta forma, tendrás un punto de referencia para trazar tu propio camino profesional.

Ten presente que estoy diciendo “punto de referencia”. No deberías copiar a otros profesionales porque lo más probable es que ellos no tengan las mismas aptitudes que tú. La idea es que descubras aquellos que te funcionará a ti, no lo que le funcionó a los demás.

IV. Trazar objetivos

Definir objetivos claros te ayudará a medir la probabilidad de éxito o de fracaso de la estrategia. En este caso, como se trata de un plan a largo plazo, debes establecer metas a corto y mediano plazo también, las cuales, deben ser medibles, alcanzables, claras, realistas y oportunas.

De esta forma, en cualquier momento podrás evaluar si estás logrando el desarrollo profesional que deseas.

Los objetivos logran focalizar lo que realmente es necesario y adecuado, con la finalidad de evitar perder el tiempo en cosas innecesarias.

V. Planificación y ejecución de la estrategia

Y ahora, ¡ya llegó el momento de formular tu estrategia!

Eso sí, antes de hacerlo, debes tener en cuenta que debes enfocarte en diferenciarte del resto de profesionistas por tus habilidades, para mejorar tu competitividad profesional y con esto, tu propio crecimiento.

Durante el proceso de planificación de estrategia, debes dar los toques finales para que tus intenciones no queden en un simple deseo y puedas materializarlas efectivamente.

Si concretaste cada uno de los pasos anteriores, entonces será mucho más fácil realizar este proceso de seguimiento durante la implementación de la estrategia para que, objetivamente, puedas cumplir los objetivos propuestos.

La planificación estratégica es indispensable en el desarrollo profesional, ya que, al titularnos, adquirimos mayores responsabilidades que debemos suplir con ética y profesionalismo, reduciendo el margen de error a su mínima expresión.

¡Excelente! Ya sabes cómo planificar una estrategia eficaz para tu desarrollo profesional.

Ahora, ¡conoce cómo optimizar tu tiempo laboral!

3. Aumenta tu productividad

En ocasiones, los profesionales pueden pasar por momentos donde las tareas laborales los sobrepasan, se acumula el trabajo, les asignan nuevas responsabilidades y todo depende de él o ella para que se alcancen las metas.

Es una situación por la que hemos pasado todos y escapar de ella es muy complicado, por ende, lo más inteligente es aprender a sobrellevarla. Para lograrlo, el truco está en saber cómo administrar tu tiempo de una manera efectiva y rápida para obtener mejores los resultados.

Conoce cómo hacerlo con estos 5 sencillos pasos:

I. Planifica tu día a día

La planificación —como pudimos observar en el apartado anterior— nos hace estar enfocados en los objetivos que precisamos en el largo plazo.

Para que surta efecto, debes planificarte diaria, semanal y mensualmente, asignando objetivos generales y específicos a cada caso en particular.

II. Jerarquiza las tareas

Las tareas deben ser planificadas por prioridad de ejecución. Debes realizar las labores más importantes y urgentes, antes que las demás.

Las importantes son aquellas que te acercan a tu objetivo y que no hacerlas retrasaría el cumplimiento de las metas trazadas.

Las urgentes son aquellas que provienen de los errores, ya sean propios o de otra persona u organización, pero que recaen en ti y debes solucionarlo inmediatamente.

Para esto, debes organizarte y elaborar una lista de prioridades para clasificar cada estrategia y el proceso de ejecución de cada una. Recuerda que deben ser posibles, realistas y atacadas a tiempo.

III. Crea un hábito

Tanto en la vida personal como en el desarrollo profesional, uno de los elementos para una correcta organización y la eficiencia en nuestras labores, es la capacidad de desarrollar hábitos.

Cuando repetimos varias veces una acción se convierte en un hábito, y mientras más costumbres positivas desarrollemos en nuestro trabajo, más sencillo será mantener un ritmo productivo a lo largo del tiempo.

IV. Regla de los 2 minutos

Se trata básicamente de intentar hacer las tareas de menor importancia en una cantidad de tiempo definida, en este caso, 2 minutos.

La finalidad de esta técnica, es el hecho de evitar posponer las acciones para evitar la acumulación de tareas que no puedas terminar de hacer al finalizar el día.

V. Método Eisenhower

Este método fue creado por el expresidente de los Estados Unidos de América, Dwight Eisenhower.

Esta técnica, también denominada “caja de Eisenhower”, tiene el objetivo de impulsar la productividad, mediante la eliminación de tareas repetidas —o innecesarias— para poder enfocarte en decidir entre lo importante y lo urgente, de esta forma, estarás aprovechando en mayor medida tu día laboral.

Siguiendo estas técnicas, podrás reducir los tiempos muertos en tu trabajo, pudiendo aumentar tu productividad y, de esta forma, promoverás tu desarrollo profesional.

4. Autogestiona tu desarrollo profesional

Para un buen desarrollo profesional, es necesario que seas capaz de autogestionarte en tus labores, es decir, que seas capaz de administrarte por tu cuenta para alcanzar los objetivos propuestos.

Las mejores empresas fomentan la autogestión de sus trabajadores, ya que es cada vez más difícil llevar un control estricto de los resultados de los empleados en la creciente complejidad estructural de las compañías.

Por esta razón, es crucial para tu desarrollo profesional que seas capaz de mantenerte a ti mismo en el rumbo correcto. Además, esta práctica es ideal para que puedas convertirte en un ejemplo de buen liderazgo empresarial.

Si con todo esto no he logrado convencerte, deja que te comparta algunos beneficios de la autogestión:

  • Mayor rendimiento: la autogestión le permite al profesional ejecutar sus tareas de acuerdo a sus posibilidades, sin la necesidad de una presión externa.
  • Aumenta la responsabilidad: a través de la autogestión, el trabajador desarrolla un alto grado de compromiso y sentido de pertenencia sobre sus labores, ya que siente una mayor responsabilidad sobre el éxito o fracaso de su trabajo;
  • Autonomía: esto se refiere a la habilidad que la autogestión fomenta en el profesional sobre la toma de decisiones y su capacidad de manejo laboral, sin la necesidad de órdenes de superiores.

Como puedes observar, esta práctica te hará un profesional increíble, uno que muchas empresas quisieran tener entre sus filas.

5. Conviértete en un líder

El liderazgo no solo se trata de guiar, sino que también es la habilidad de reconocer que algo puede mejorar y dirigir esa serie de acciones necesarias para desarrollar el cambio.

Esta capacidad puede ser utilizada en diversos ámbitos, ya sea en una pequeña, mediana o grande empresa, un grupo de amigos e, incluso, en una relación de pareja o tu familia.

La clave aquí es que debes tomar la responsabilidad de elegir hacia dónde quieres llegar. Ser un buen líder implica invertir tiempo y esfuerzo para mejorar tus habilidades de liderazgo, que no son tan intuitivas o fáciles de adquirir.

¡Pero vale la pena! Un buen líder no solo lleva a las empresas al éxito, sino que también es capaz de ejecutar un buen coaching empresarial, lo cual representa un alto grado de utilidad para las empresas, puesto que una persona que sea líder es la indicada para llevar a cabo este método y promover así el crecimiento personal y profesional de su equipo y de sí mismo.

La figura de líder ha existido desde siempre, y por eso está en constante evolución. Si te interesa aprender más sobre el tema, puedes leer nuestro artículo sobre los estilos de dirección y liderazgo del XXI.

6. Mantén una actitud laboral positiva

La actitud laboral es la disposición de los trabajadores y la forma en la que actúan, perciben y comunican sus emociones en relación a su trabajo, ya sean positivas o negativas.

Nadie quiere trabajar con alguien que es negativo todo el tiempo, o que constantemente quiere ser el centro de atención. Además, si tienes una actitud laboral negativa, lo más probable es que tú tampoco dures mucho tiempo feliz en tu trabajo.

¿Qué debes evitar?

Obviamente, ¡lo que debes evitar es actuar de forma negativa! Este tipo de acciones solo reflejan inconformismo en el trabajo e individualismo, y también fomentan otros vicios como la impuntualidad, ser incapaz de aceptar errores o, peor aún, generar un ambiente de trabajo tenso para los demás.

Con esta actitud, no solo estarás perjudicando tu propio desarrollo profesional, sino el de la empresa y el de tus colegas.

¿Qué debes tener?

¡Una actitud positiva! Solo de esta forma podrás aprovechar las oportunidades que te llegan. Recuerda: somos el resultado de nuestros pensamientos y de nuestras acciones.

Para generar un clima laboral positivo, es necesario establecer límites basados en el respeto y los estatutos empresariales, o cualquiera de las buenas prácticas recomendadas por Recursos Humanos. De esta forma, maximizarás tu propio desempeño y el de los demás trabajadores.

7. Estudia una maestría o posgrado

Si deseas un desarrollo óptimo, indudablemente, debes estudiar una maestría o posgrado. Estos estudios te certificarán para hacer labores de mayor jerarquía y que requieren conocimientos profesionales más avanzados.

De esta manera, encontrarás un estímulo que te permitirá adquirir nuevas habilidades y hacerte más competitivo en el mercado laboral.

A su vez, también adquirirás amplios conocimientos que te brindarán diversos beneficios como:

  • mejor disposición para el trabajo en equipo;
  • habilidades de liderazgo en materias avanzadas;
  • mayores probabilidades de ascender en tu puesto de trabajo;
  • manejo de nuevas habilidades para la resolución de conflictos más complejos;
  • aumento de salario.

Estudiar un posgrado, además, hará que desarrolles diversas habilidades de una manera más profesional que antes no podías, como, por ejemplo, el networking.

Networking

El networking es una de las actividades más importantes en la actualidad debido a la revolución digital que ha acontecido en las últimas décadas.

Su funcionamiento se basa en una red de contactos para atraer oportunidades para nuestras labores profesionales.

Ahora bien, existen muchas formas de construir un buen networking, pero una de las más efectivas es cursar un posgrado. ¿Por qué? Pues, porque participar en estas certificaciones académicas implica meterse de lleno en un ámbito donde todos tus compañeros de estudio son profesionales titulados que se encuentran trabajando y generando constantemente oportunidades de negocio.

¡En esto debes enfocarte!

Por supuesto, también puede explorar el terreno profesional donde te encuentras en búsqueda de mejores posibilidades laborales, ya sea en calidad de empleado o por medio del emprendimiento junto a otros profesionales del área.

También debes utilizar la tecnología a tu favor y mantenerte actualizado sobre las nuevas tendencias digitales para que estés donde los profesionales de tu ramo estén.

Estudiar y trabajar, ¿por qué no?

Las universidades actualmente ofrecen diversas formas de estudio para que puedas estudiar un posgrado cómodamente y puedas certificarte. Algunas opciones son:

  • Posgrados a tiempo parcial.
  • Posgrados a distancia o en línea.
  • Posgrados a tiempo completo.

Elige el sistema que más te convenga y podrás obtener todos los beneficios que ofrece esta preparación académica.

¿Quieres el máximo nivel profesional?

Si eres de los que no se conforman, entonces puedes llegar al máximo nivel educativo y titularte de doctor al estudiar un doctorado.

Un PhD, exige que los profesionales realicen grandes aportes a su campo de especialidad a nivel científico, lo que significa una contribución muy importante al conocimiento del área.

8. No permitas el estancamiento de tu carrera

Los posgrados existen precisamente para evitar que tu carrera quede estancada, puesto que se encargan de estimular tu crecimiento académico, personal y profesional.

Estos estudios te permitirán desarrollar nuevas habilidades que harán aumentar tu productividad laboral y fomentar tu crecimiento personal.

Dicho esto, incluso si no es el momento indicado para que te aventures en el mundo de los posgrados, siempre debes buscar la forma de seguir creciendo por tu cuenta. Cada año debe acercarte a tu meta, y la persona que eres mañana debe ser mejor y más capacitada que la que eres hoy.

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