Tres estrategias corporativas que debes conocer

Una estrategia corporativa es una planificación que debe ser diseñada por los directivos de la organización para poder cumplir con sus compromisos y alcanzar los objetivos propuestos. Es fundamental, puesto que, de su diseño, ejecución y evaluación, depende el éxito de las acciones de la empresa.

Por este motivo, este artículo contiene tres estrategias que no pueden faltar en toda gestión. Todo dependerá de qué pretendemos y cuál es el elemento a conseguir. ¡Sigue leyendo!

1. Estrategia de estabilidad

Es aquella implementada cuando la empresa considera que su rendimiento es satisfactorio, por lo tanto, busca mantenerse en esta posición, o en otro caso, que determine mediante una evaluación que no tiene opciones de crecer.

El aspecto fundamental de este tipo de estrategia es la ausencia de cambios significativos, manteniendo un mismo número de personal —o menos—, poca o nula cantidad de inversión y poco desarrollo estructural de la organización.

El contexto para aplicar esta estrategia corporativa se refiere a un caso de mucha o poca productividad. Normalmente se adecua en uno de los dos extremos.

2. Estrategia de crecimiento y desarrollo

Por el título ya podremos deducir que estamos en presencia de una situación antagónica a la anterior.

El objetivo es aumentar las ventas, los beneficios y ampliar la cuota de mercado de la compañía mediante diversas tácticas. Entre las cuales encontramos:

• diversificación de labores empresariales;
• internacionalización de servicios;
• integración vertical;
• alianzas estratégicas;
• inversiones en infraestructura y personal calificado.

Aunado a estas, no podemos dejar de lado la integración a la industria 4.0, es decir, adecuarse a las tendencias desarrolladas debido a la transformación digital en el ámbito industrial. Donde podemos encontrar:

• inversión en estrategias de Marketing Digital;
• adquisición de programas de automatización de gestión empresarial;
• instalación de software dedicados a un mejor manejo organizacional y de cara a la atención al cliente;
• comercialización en plataformas e-commerce, las cuales, se refieren a la compra-venta de productos y servicios por medios tecnológicos.

Esta es una estrategia corporativa muy profunda y amplia, que bien ejecutada, puede conseguir una enorme cantidad de activos, con poca inversión y mucho esfuerzo.

3. Estrategia de contracción

En este último caso, ante la revisión y evaluación exhaustiva de las gestiones empresariales, las organizaciones deciden remover segmentos que no sean rentables o necesarios, buscando reducir la magnitud o diversidad de las operaciones.

Esta estrategia se debe a un estudio de múltiples factores:

• mercado en el que operan;
• estudio de la competencia;
• análisis costo-beneficio;
• verificación de estadísticas negativas y positivas.

La planificación y el desarrollo de estrategias no tienen sentido si no se acompaña de una etapa de evaluación.

Si en esta última se verifica la inoperancia de algún segmento, o que esté generando pérdidas a la compañía, entonces debe ser removido.

¡Ya conoces estrategias que te ayudarán!

Para que estas estrategias cumplan su objetivo, es imprescindible que todos los involucrados estén bien informados, adaptados y preparados para asumir el reto, conozcan sus funciones y sepan qué espera la empresa de ellos.

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