Reducir las barreras gracias al e-commerce

La transformación digital de las empresas es cada vez menos una opción, y es que no deja de ser una herramienta importante en el crecimiento de las marcas y organizaciones.

Sabemos que el emprendimiento y el liderazgo se rigen por el lema de renovarse o morir, y en este sentido es imprescindible trabajar haciendo uso de los avances tecnológicos y los beneficios que nos presentan, como (en el caso del e-commerce) la automatización de tareas, mantener nuestra presencia en las plataformas digitales donde se encuentra nuestro público objetivo, tener interacciones y operaciones online tanto con clientes como con socios o proveedores, etc.

Además, el e-commerce ha demostrado ser sumamente rentable. Si la tendencia ya era bastante notoria, los últimos años, durante los cierres por pandemia, el e-commerce resultó el salvavidas para muchas compañías. Y es que además de que una cantidad considerable de personas compraron insumos para comenzar con nuevos pasatiempos, la gran mayoría comenzó a utilizar plataformas digitales para realizar compras cotidianas.

Amazon es el ejemplo más claro del crecimiento económico que representa el e-commerce. Si bien ya era una marca bien posicionada y preponderante en el mercado, sus acciones se dispararon. Más allá del análisis social que se tendría que hacer sobre el consumo, esta cierta facilidad de comprar desde donde estés se convirtió en hábito para muchas personas. Así pues, cada vez es más común la creación de empresas digitales, que ni siquiera cuentan con una oficina fija abierta al público. O bien, la transformación de las empresas cuya forma de venta hasta hoy era meramente físicas.

Esto último resulta particularmente atractivo en tanto que, al ya no ser necesario contar con un espacio físico de atención al público, la inversión inicial de un emprendimiento puede ser considerablemente más baja, y los recursos se pueden dedicar a cuidar la calidad de los productos y servicios, generar estrategias de mercadotecnia y a la satisfacción al cliente en la experiencia. Por supuesto, las inversiones cambian, pero es cierto que el e- commerce puede llevar a una amplitud de la oferta, ya que la cantidad de compradores online facilitan el crecimiento y rentabilidad de este tipo de propuestas.

En esta era de inmediatez, acceder a algo con unos cuantos clicks es valorado. Por supuesto, no es la panacea y hay mucho trabajo que hacer para lograr el éxito deseado; sin embargo, definitivamente el comercio digital abre el panorama y las opciones para nuevas empresas. Para que te conviertas en un experto, inscríbete a la Maestría en Gestión Ejecutiva Internacional que la Universidad Iberoamericana Tijuana tiene para ti.

Foto de Mark König en Unsplash

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